“Un saludo cariñoso a todo el pueblo cubano, esperamos que el 2023 sea un año mejor, todos unidos trabajaremos, pensemos con mente positiva. Felicidades a todos”, indicó la artista en esa plataforma digital.
Su estilo singular, marcado por dibujos sobre la naturaleza, sobre todo, aparece expresado en la composición de sus obras que recrean una variedad cromática, matizada por las tonalidades amarillas y azules.
Resalta además por la forma de llevar al lienzo o la cartulina paisajes autóctonos, en los cuales sobresale la sensualidad tropical y la tenacidad asiática.
La grabadora e ilustradora cubana, reconocida también por la confección de papalotes artísticos con la técnica oriental, ha logrado un equilibrio y armonía en piezas escultóricas, cerámicas, vitrales y diseños de tejidos, que evidencian su virtuosismo en el manejo de cada una de estas manifestaciones.
Nacida en la ciudad cubana de Camagüey, el 8 de noviembre de 1949, hija de chino y cubana, terminó sus estudios de nivel medio en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de esa urbe en la especialidad de Pintura y a partir de 1966 continuó estudios en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán en La Habana, donde se graduó en 1970.
Profesora de la Escuela de Artes Plásticas de San Alejandro (1970-1989), en 1995 participó en un proyecto internacional para la realización de un mural colectivo junto a seis pintores españoles, en el Hotel Nacional de Cuba.
Posteriormente realizó dos esculturas emplazadas en el balneario de Varadero, a 130 kilómetros de La Habana, y en la Universidad de Ciencias Informáticas, en las afueras de esta capital.
La autora de las reconocidas series Remolinos y ciclones; Trópico; El Caribe; Las Antillas y Bahía; ostenta la Distinción por la Cultura Nacional (1988), el Premio de la Asociación Internacional de Artes Plásticas (1985) y el galardón Bolsa de Estudios del Gobierno Italiano (1988).
Sus obras forman parte de colecciones privadas de importantes galeristas y de museos en varios países.
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