La doctora Luz M. Figueredo, directora del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (Bioeco), a la cual está adscripta esa institución que le sirve de sede, informó que fue cuatriplicada la cifra prevista para el año, lo cual se corresponde con la modernización y revitalización del añejo centro.
Entre esos avances resaltó el enorme atractivo de un dinosaurio electrónico, a tamaño natural, como parte de un donativo de instituciones italianas, junto al planetario y exposiciones que permiten adentrarse en profundidades marinas o entornos del espacio exterior de forma interactiva.
Tras el negativo impacto del huracán Sandy en sus estructuras en octubre del 2012, el museo ha experimentado un proceso de recuperación que rescata su protagonismo en el centro histórico urbano y como plataforma de educación ambiental comunitaria.
Fundado por el prominente científico Enrique Núñez Jiménez, acogió desde sus inicios la sede de la Academia de Ciencias en el Oriente de Cuba, lo cual fue revitalizado en años recientes como filial del ente en esta parte de la geografía cubana.
Los adelantos tecnológicos están a tono con las tendencias actuales para estos entes en el mundo, como una manera de acercar sus contenidos a un mayor diapasón de públicos, seducidos por siglos de creación humana en modernos dispositivos.
Al finalizar el año, Bioeco desarrolló también 19 proyectos con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal, con aportes significativos en pos del manejo, la investigación, la educación ambiental y la capacitación en las áreas protegidas de la porción oriental de Cuba.
Igualmente, mediante el Corredor Biológico del Caribe, avanzó en el estudio de los patrones de migración de las aves rapaces, ampliado con estaciones de anillamiento y observación en las provincias de Matanzas y Villa Clara.
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