En la jornada 38 del paro contra esa iniciativa y en medio del rechazo al plan por todas las organizaciones sindicales, incluyendo las reformistas y más cercanas al oficialismo, el funcionario envió una carta a los actores sociales con el anuncio.
Sin embargo, precisó que eso no significa una renuncia a la edad de equilibrio como vía de financiamiento de la reforma.
Al respecto, Philippe señaló que el proyecto de ley incluirá está opción, con detalles que serán fijados en un futuro.
La reforma consistía en un sistema universal por puntos, que sustituiría los 42 regímenes de pensiones actuales, y una edad de 64 años a la que habría que llegar para evitar descuentos, pero sin aumentar la edad oficial de jubilación (62).
Los sindicatos progresistas, entre ellos la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO), rechazan en su totalidad la iniciativa y sostienen la huelga que comenzó el 5 de diciembre.
Por su parte, los reformistas, encabezados por la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) sólo exigían la retirada de la edad de equilibrio.
Expertos habían adelantado que el gobierno cedería al reclamo de la CFDT, con lo que la poderosa organización se convertiría en su aliado, ya que es de las pocas partidarias del sistema universal por puntos.
La modalidad de financiamiento de la reforma deberá fijarse en una conferencia prevista en abril, foro propuesto por el secretario general de la CFDT, Laurent Berger, para encontrar una alternativa.
Según Philippe, si de la conferencia no sale la forma de financiamiento, esta será decidida por el gobierno, lo que explica que la edad de equilibrio quede registrada en el proyecto.
wmr