La gigantesca figura, divisable desde la zona del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi en Luque, localidad donde radica esa entidad, es escenario de expresiones de duelo y reconocimiento al tres veces campeón del orbe conocido por el sobrenombre de “Pelé”, que proliferan en los alrededores del edificio, a partir de su deceso la víspera.
Gran cantidad de personas desfilan o se concentran desde entonces ante la fachada de la Conmebol, donde funcionarios de la institución instalaron desde el balcón la enorme lona con la fotografía, encima de la cual sobresale, también en letras grandes, la frase “Rei Eterno 1940″.
El rostro de Pelé en la imagen tiene a un costado el escudo de la Confederación Brasileña de Fútbol, uno de los principales miembros de la Conmebol, con su cinco estrellas representativas de igual número de copas del mundo, tres de ellas ganadas por el prodigioso atleta brasileño.
También hay señales de silencioso luto en la casa del fútbol sudamericano expresadas en las banderas de todos los Estados que integran la organización, izadas a media asta en sus instalaciones.
Los participantes del tributo incluyen a automovilistas y transeúntes, también amantes del más popular de los deportes, que pasan por las avenidas aledañas y dedican algunos minutos a despedir de forma simbólica al campeón, fallecido a los 82 años tras una larga lucha contra el cáncer de colon.
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