“Celebremos el centenario de nuestra Yeyé, exaltando sus extraordinarios valores, la sensibilidad y la fuerza de su infatigable obra humana”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter, recordándola por el apodo con que la nombraban sus personas más cercanas.
También el escritor Abel Prieto, presidente de esa institución, llamó a evocarla “con su pasión revolucionaria, su devoción por #Martí y por #Fidel, su valentía, su entrega a la @CasAmericas y a la construcción desde la cultura d la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña”.
A cien años de su nacimiento, el ejemplo de Haydée Santamaría pervive hoy en ese centro cultural, radicado en esta capital, que celebra toda una jornada conmemorativa para rendir tributo a la heroína de la Revolución cubana.
Testimonios, documentos y entrevistas confirman la valía de Santamaría, quien nació en el poblado de Encrucijada al centro de la isla donde se conserva la casa natal de su familia, declarada monumento nacional de Cuba.
Desde su portal web oficial, la Casa distingue una serie de materiales relativos a la admiración que sentían por la también guerrillera varias personalidades como la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, los intelectuales Roberto Fernández Retamar, Pablo Armando Fernández y Cintio Vitier.
En palabras de Alonso, “era una persona que le inspiraba a uno fuerza, ánimo y, sobre todo, transmitía un principio de honestidad muy grande hacia la Revolución. Podíamos hablar con ella horas y horas, y siempre queríamos seguir escuchándola. Tenía una forma completamente nueva de analizar los problemas, y de enfocar cualquier tema del que uno le hablara”.
Resaltan las consideraciones de Vitier, quien recordaría la férrea voluntad política de la heroína al aludir que “cuando Haydée hablaba del asalto al Cuartel Moncada, no lo hacía solo como participante en un hecho histórico, sino también en un hecho biológico y espiritual, como una madre habla de un parto”.
La Casa socializó, además, cartas, artículos, discursos, que fueron legados por la propia Santamaría en distintos momentos de su vida antes del triunfo revolucionario y luego como gestora de eventos literarios y anfitriona de importantes figuras de la intelectualidad, al tiempo que la entidad dedicó el último número de su revista homónima a aquilatar la excepcional personalidad de su fundadora.
Para Jaime Gómez, vicepresidente de Casa de las Américas y uno de los compiladores del valioso texto Hay que defender la vida, “el Moncada, la clandestinidad, la sierra, el exilio, el triunfo de enero del 59, la Casa eran parte de una misma cosa, eran parte de su lucha, de su voluntad de trabajar permanentemente por toda la justicia posible”.
Significó que no solo para Cuba, sino para todos los pueblos de la América Latina y el Caribe y más allá, para los pueblos del tercer mundo e incluso para las comunidades que sufren discriminación y exclusión en los países desarrollados.
El volumen, coeditado por el sello de la institución regional y Ocean Sur, tuvo su presentación en homenaje a los 100 años de su protagonista y busca promover el ideario de Santamaría entre las nuevas generaciones de cubanos así como lectores del continente.
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