Convocados por la Intersindical, que reúne a la Confederación General del Trabajo (CGT), Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU), los Solidarios y los Jóvenes, trabajadores de diversos sectores marcharon con pancartas, banderas y globos gigantes, y consignas, cánticos y música de fondo.
La jornada de protestas fue la décima contra el sistema universal de pensiones por puntos impulsado por el ejecutivo, después de las realizadas el 5, 10 y 17 de diciembre, del 9, 11, 16, 24 y 29 de enero y del 6 de febrero.
Las manifestaciones tuvieron lugar en un contexto diferente, porque la reforma entró el lunes en la Asamblea Nacional como proyecto de ley para su discusión, instancia en la que el partido gobernante, La República en Marcha (LREM), cuenta con un claro dominio.
El ejecutivo espera someter a votación el texto en el próximo verano, pese a las acciones en el hemiciclo de las fuerzas políticas de izquierda, que han introducido más de 35 mil enmiendas y promovieron una moción para frenar los debates, la cual fue derrotada.
Sin embargo, los sindicatos contrarios a la iniciativa aseguraron que mantendrán las protestas.
Las organizaciones gremiales y los partidos de izquierda La Francia Insumisa y el Partido Comunista califican la reforma de devastadora para el bolsillo de los jubilados y favorable para los intereses de bancos, aseguradoras y fondos, mientras el gobierno insiste en que su plan traería más equidad y menos complejidad que el actual sistema de 42 regímenes de pensiones.
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