Con una edición híbrida, que intentará emular el amplio alcance de la cita precedente (2021) en redes sociales, el evento pondera el trabajo con la defensa de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial de la nación y de lo más autóctono de nuestra identidad cubana, explicó Emilio Toledo, presidente de la Brigada de Instructores de Arte José Martí .
“El escaramujo regresa a la presencialidad, tras una sexta edición en condiciones bien complicadas por la pandemia que se desarrolló de manera virtual, la cual marcó un antes y un después en nuestras dinámicas de trabajo, sin embargo logramos reunir en la cita nacional a más de 800 unidades artísticas”, recordó Toledo.
Espacio de confluencias del arte aficionado en Cuba, el certamen promueve, además, la función social de la profesión, identificar, promocionar y reconocer los resultados artísticos y pedagógicos de los instructores y enriquecer la programación en las comunidades.
De acuerdo con Toledo, el concurso conjugará un programa de actividades relacionadas con la música, danza teatro, literatura y artes visuales, esta última expresión con un mayor protagonismo, en aras de potenciar de desarrollo y que sirva de documento gráfico de la obra desplegada en todo el país.
Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Consejo Nacional de Casas de Cultura, el Sistema de la enseñanza artística y centros educativos, se suman a esta articulación nacional enfocada en demostrar la relevancia de artístico-pedagógica de los instructores de arte y su impacto en la preservación de las tradiciones.
Con la misión de salir de los espacios de presentación tradicionales (teatros, galerías), el concurso conjuga el trabajo de los 11 mil instructores desplegados a lo largo de la isla, que no solo ejercen en escuelas y centros culturales, sino conjuntos artísticos y otras entidades, puntualizó Toledo.
En estos casi 15 años hemos logrado concretar un escenario múltiple para que el instructor de arte pueda mostrar su creación y el movimiento de artistas aficionados pueda tener una salida en la programación cultural de los territorios”, dijo el presidente de la Brigada.
A lo largo de todo el año el evento desarrollará las diferentes etapas de presentaciones, desde los barrios hasta terminar en el mes de noviembre con una representación de las unidades seleccionadas por un jurado nacional, para integrar las jornadas de clausura de esta fiesta de las diversas expresiones estéticas.
En el mes de febrero iniciamos con esas presentaciones del Escaramujo en las más de 600 estructuras de base que desde los barrios estarán haciendo acciones en función del concurso y en los meses siguientes serían los eventos municipales, provinciales y el nacional.
rgh/lbl