El anuncio vino tras la reunión mantenida telefónicamente por responsables del gobierno, jueces, funcionarios y educadores, y donde se decidió liberar el próximo viernes a encarcelados enfermos o por delitos menores, que cuenten con buen comportamiento y cuya condena finalice en los próximos dos meses.
La medida excluye por tanto a condenados por actos de terrorismo, violencia machista o cuyo proceso penal esté en curso, y de acuerdo con fuentes oficiales podría beneficiar a unos cinco mil reclusos.
Además el Ministerio de Justicia también estudia la aplicación de la libertad condicional para los presos que hayan cumplido dos tercios de su pena de prisión, siempre que sea de menos de cinco años, a los que se les instalaría un brazalete electrónico como medida de control.
Por su parte el ministro de Justicia, Nicolas Belloubet, también ordenó no llevar a cabo ingresos para sentencias con periodos menores de cárcel, para tratar de evitar la masificación en los centros penitenciarios que cuentan con más de 70 mil reclusos para unas 61 mil plazas operativas.
Según un informe ministerial dado a conocer la víspera, al menos cinco detenidos en las cárceles francesas dieron positivo en un control médico sobre la Covid-19.
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