Según la compañía operadora de ferrocarriles SNCF, el tráfico tendrá ese día fuertes perturbaciones en todo el país, con un promedio de un tren regional cada 10 y de un Tren de Alta Velocidad (TGV) cada tres, cuatro o cinco en dependencia del territorio.
Por su parte, la empresa responsable del transporte público en París, la RATP, estimó una severa afectación en el metro, con solo las líneas 1 y 14, ambas automáticas, garantizadas, algunas cerradas y otras con circulación limitada a las horas pico.
El ministro francés para el Transporte, Clément Beaune, sugirió esta mañana posponer desplazamientos y acudir al teletrabajo donde sea posible el 19 de enero, cuando gremios y fuerzas políticas opuestos a la reforma esperan reunir a un millón de personas en la calle.
En la educación, el sindicato Snuipp-FSU, el más importante en la enseñanza primaria, vaticinó que el 70 por ciento de los maestros se acogerá a la huelga el jueves.
La primera ministra Élisabeth Borne, quien anunció el proyecto hace una semana, pidió no afectar a los franceses, un reclamo rechazado por líderes sindicales, quienes responsabilizaron al Gobierno por la situación creada con su iniciativa.
En el centro de la polémica, las críticas y el rechazo están la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, el aumento del período de cotizaciones a 43 años desde el 2027 y la eliminación de regímenes especiales de jubilación.
Por primera vez en más de una década, los ocho principales sindicatos del país acordaron llamar a las calles, encabezados por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), gremios que rara vez coinciden en sus posturas de cara a las decisiones gubernamentales.
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