El tributo a Fabez acontecerá a 204 años de su llegada a la oriental ciudad de Santiago de Cuba, el 19 de enero de 1819, a bordo del velero La Helvetia.
La pieza fue montada en el mismo sitio donde fuera recluida hasta ser expulsada de la isla caribeña por protagonizar un matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que provocó el juicio más escandaloso de la época colonial.
La obra de los escultores cubanos José Villa Soberón y Gabriel Cisneros se prevé que sea develada por el embajador de Suiza en Cuba Mauro Reina, el historiador adjunto de la ciudad, Félix Julio Alfonso, y el también historiador Julio César González, autor del libro Por andar vestida de hombre (2012), sobre la vida de Fabez.
Luego de su llegada a Santiago de Cuba y bajo el nombre de Enrique, la joven no demoró en la ciudad y se trasladó a la villa de Baracoa, lugar donde podría llamar menos la atención por su aspecto delicado, pero ni siquiera allí escapó a las presiones sociales.
Según las investigaciones, su soltería, aire de mundo y capacidad profesional debieron resultar muy atractivos a las casamenteras locales, por lo que en busca de una solución le propuso matrimonio a una joven huérfana y muy pobre que padecía de tuberculosis.
Años más tarde declaró que “le inspiró desde el primer momento una lástima sincera. Pensé que podría ayudarla, y ella a mí. Le expliqué que viviríamos como buenos amigos, porque estando ella tan débil y enferma no debía someterse a las obligaciones maritales. A todo dijo sí.”
Cuando fue descubierto el engaño, Favez padeció prisión y expulsión y fue obligada a permanecer en un convento.
Luego de 16 años de intensa investigación por parte de González, quien viajó a varios países para reconstruir la historia, es que se pudo conocer más sobre la extraordinaria fortaleza y personalidad de esta mujer.
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