Dos días después de las multitudinarias manifestaciones y las huelgas en diversos sectores, las calles de París volvieron a acoger a muchas personas descontentas con el proyecto, el cual incluye la extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años, uno de sus aspectos más criticados.
De acuerdo con los organizadores, a la movilización acudieron 150 mil franceses, mientras la entidad independiente Occurrence cifró los participantes en 14 mil y la Prefectura de la Policía anunció que esta vez no dará datos al respecto.
La llamada “Marcha por nuestros jubilados” fue convocada por asociaciones como Alternativa Estudiantil, Voz del Liceo, Joven Guardia, Jóvenes Insumisos y Jóvenes Ecologistas, apoyadas por La Francia Insumisa y su líder Jean-Luc Mélenchon.
El excandidato presidencial, acusó al presidente Emmanuel Macron de pretender “mercantilizarlo” todo.
El jueves, un millón 200 mil de personas, según el Ministerio del Interior, y el doble según los sindicatos protestaron en Francia contra la reforma al sistema de la jubilación. La intersindical, encabezada por los ocho principales gremios del país, llamó a una nueva jornada de movilizaciones para el 31 de enero.
Pese al malestar por el proyecto, el Gobierno insiste en que es indispensable cambiar el actual sistema, por el déficit financiero que acumula, un criterio no aceptado por los detractores de la iniciativa, la cual se prevé entre en la Asamblea Nacional en febrero.
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