En la Universidad de la Sorbona, en esta capital, los mandatarios encabezarán las celebraciones por el acuerdo suscrito en 1963 por el general Charles de Gaulle y Konrad Adenauer, que sentó las bases de la cooperación entre las dos potencias, actuales líderes de la Unión Europea (UE).
Posteriormente, Macron y Scholz instalarán la reunión del Consejo franco-alemán, un mecanismo anual que fue pospuesto en octubre pasado por tensiones entre las partes, vinculadas a divergencias en temas energéticos y de seguridad, en un contexto marcado por el conflicto en Ucrania.
Aunque ambos países intentaron disimular entonces la crisis y se esforzaron por brindar una imagen de acercamiento, fuentes que van desde analistas hasta medios de prensa insisten en que no existe una buena relación entre los dirigentes.
La víspera, Macron y Scholz publicaron una declaración conjunta, en la cual llamaron a reforzar la soberanía de la UE frente a los desafíos y buscaron ofrecer una imagen de unidad tras el período de tensiones bilaterales.
Debemos garantizar que la UE sea más soberana y disponga de capacidades geopolíticas para darle forma al orden internacional, subrayaron en el texto publicado en Le Journal du Dimanche y Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Según Macron y Scholz, son necesarias “capacidades europeas mejoradas” y “un pilar europeo más fuerte” en el seno de la OTAN, “mejor equipados, más efectivos y más poderosos”.
Asimismo, abogaron por el fortalecimiento de la UE para tener una posición más sólida frente al “otro lado del Atlántico y Estados Unidos”.
Los líderes de las dos principales potencias del bloque de 27 países han defendido la soberanía europea como una visión clave, sin embargo, son blanco de críticas de sectores que acusan, tanto a Francia como a Alemania, de subordinarse a las proyecciones geopolíticas de Washington.
wmr