Durante los últimos 15 días, el centro, el norte y el noroeste del país centroasiático fueron azotados por un frío abrasador, indicó la agencia de noticias Pajhwok.
Funcionarios de algunas provincias afganas afirmaron que hasta la fecha perecieron 88 personas a causa del crudo invierno.
Los recientes y desafortunados incidentes de frío, incendios e inhalación de gas mataron a 104 personas, incendiaron parcial o totalmente 50 casas y dejaron cerca de 70 mil cabezas de ganado muertas.
Algunos organismos gubernamentales y organizaciones de asistencia social distribuyeron paquetes de ayuda a unas 40 mil familias en diferentes partes del país el último mes.
Muchas partes del país centroasiático son testigos de un clima excepcionalmente invernal, con la región central de Ghor, una de las 34 provincias afganas, registrando la lectura más baja de menos 33 grados Celsius durante el fin de semana.
Este invierno es, con diferencia, el más frío de los últimos años, apuntó Mohammad Nasim Muradi, jefe de la oficina de meteorología.
Habitantes de distintas partes de Afganistán recalcaron que la pobreza y el desempleo son las principales causas del aumento de las víctimas en la estación fría.
Es el segundo invierno en el país bajo el gobierno de los talibanes, en el poder desde que las fuerzas dirigidas por Estados Unidos se retiraron en agosto de 2021.
Alertó la ONU que 28 millones de afganos, casi la mitad niños, necesitarán ayuda humanitaria este año y se estima que uno de cada dos menores de cinco años sufrirá desnutrición aguda mientras más de un millón de pequeños padecen desnutrición aguda grave.
Los desastres naturales recurrentes, la pobreza crónica y las enfermedades, incluida la Covid-19, junto al bloqueo de los activos bancarios por Estados Unidos y otros países occidentales aumentaron la pobreza en Afganistán.
Los afganos están en peor condición económica, social y sanitaria tras la retirada militar de Estados Unidos, que invadió el país en 2001 bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, pero al costo de más de dos billones de dólares del contribuyente según la Universidad Brown, la muerte de cientos de miles de civiles y millones de refugiados y desplazados internos.
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