Nosotros no vamos a caer en el vórtice de una guerra sangrienta y deseamos el fin de las hostilidades y las negociaciones de paz en Ucrania, comentó el jefe de estado magiar.
Hungría de ninguna forma se dejará presionar por parte de otros países y para nada se dispone a cambiar su posición respecto al conflicto en Ucrania, donde el 24 de febrero del pasado año Rusia inició una operación bélica, para desmilitarizar y desnazificar al vecino país.
Las voces que nos llaman a ponernos del “lado correcto de la historia” de ninguna forma podrán meternos en su trampa, pues debemos quedar siempre del lado de la historia de Hungría, incluso en las condiciones más difíciles, consideró el jefe de Estado.
Tras iniciarse la confrontación en Ucrania, Hungría respaldó la integridad territorial de ese país y condenó las acciones de Rusia.
Sin embargo, Budapest se pronunció contra el suministro de armas a la exrepública soviética y rechazó la aplicación de sanciones de la Unión Europea contra Moscú, pues estima que ello no contribuyó al fin del conflicto y solo causó más daños a la economía de Europa.
Tal posición es vista aquí como razón de fondo para la negativa de las autoridades de Bruselas a conceder a esta nación centroeuropea parte de los fondos de compensación previstos por la pandemia de Covid-19, aunque formalmente se alegan motivos vinculados a la corrupción magiar.
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