En declaraciones a la prensa a propósito de la oficialización del texto, el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, descartó ceder ante el reclamo unánime de los sindicatos de no extender la edad legal de jubilación, al argumentar que sería renunciar al equilibrio del sistema y fallarle a las próximas generaciones.
Segun el Gobierno, la reforma es indispensable para evitar que se dispare aún más el déficit financiero en el ámbito del retiro, un criterio negado por los detractores de la iniciativa, la cual cuenta con un rechazo mayoritario de la población, de acuerdo con las encuestas.
Dussopt insistió en la visión oficialista de que los cambios propuestos traerán “más justicia y equidad”.
El titular afirmó que casi dos millones de franceses, alrededor del 10 por ciento de los retirados, se beneficiarán de la revalorización de las pensiones por hasta 100 euros, y que un 15 por ciento de las personas podrá jubilarse antes de los 64 años.
Asimismo, atribuyó al proyecto que entrará en la Asamblea Nacional en febrero un escenario favorable para el crecimiento económico y el empleo, con ahorros previstos por cerca de 18 mil millones de euros para el 2030.
Los sindicatos y los partidos de izquierda se oponen a la reforma, contra la cual marcharon el jueves más de un millón de personas, con una nueva jornada de manifestaciones y huelgas convocada por los gremios para el 31 de enero.
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