El Barómetro Observ’ER, realizado en colaboración con la Federación Nacional de Colectividades Concurrentes y Regiones y la Agencia Francesa para la Transición Ecológica, destacó que el consumo final de energías renovables supone el 19,3 por ciento del total, cuando ya para 2020 se fijó una cuota del 23 por ciento.
De acuerdo al informe, el nivel de las energías renovables en el consumo eléctrico de Francia debió situarse en torno al 25 por ciento en 2021, y en el 26 por ciento en 2022.
Francia es además el único Estado miembro de la Unión Europea que no está alcanzando sus objetivos, y debido a la insuficiente progresión tanto de la eólica como de la solar durante el pasado año, los objetivos para 2023 no parece posible que se cumplan, de acuerdo al informe.
Con respecto a la energía eólica terrestre, el informe señala claramente que «no se alcanzará» el objetivo oficial de 24,1 gigavatios (GW) para finales de 2023, pues para ello Francia tendría que conectar «cerca de 4 GW de potencia adicional», un nivel «fuera del alcance del sector francés» ya que nunca se logró un incremento anual de 2 GW, señaló el informe.
De seguir el ritmo actual para 2028, fecha en que concluye el Programa Energético Plurianual, la capacidad alcanzada sería de 29,4 GW, en lugar de los 33 a 35 GW previstos.
A su vez la energía fotovoltaica, si bien presentó un mayor ritmo de crecimiento desde 2021 y de un «aumento parcialmente confirmado en 2022”, la trayectoria está en todo caso lejos de los 20,1 GW previstos para finales de 2023, frente a los 15,8 GW actuales, y de lograr los 35 a 44 GW previstos en el PPE.
Este informe llega en un momento en que el Parlamento está debatiendo una ley para reforzar la presencia de la energía nuclear, y para multiplicar los parques eólicos marinos y otro tipo de instalaciones que suelen ser contestadas por la opinión pública.
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