El lote forma parte del convenio de colaboración que desde 2017 mantienen el Centro alemán de Investigaciones Agrícolas KOB y la entidad científica de Ciego de Ávila, aledaña a la Universidad Máximo Gómez.
Los materiales y reactivos recibidos están dirigidos al trabajo en el cultivo de células y tejidos in vitro de plantas, y para el montaje de biorreactores de inmersión temporal que facilitan la multiplicación biotecnológica de diferentes especies vegetales.
Una de las avileñas beneficiadas con dicho convenio es Claudia Linares, quien forma parte del equipo de investigación multidisciplinario que trabaja en un proyecto científico entre Cuba y Alemania, para obtener plaguicida ecológico con el empleo de las plantas de moringa y el garañón.
Para la joven investigadora los insumos le resultan muy beneficiosos pues le facilitan la realización de los análisis químicos y la ejecución técnica a escala de laboratorio.
La donación también incluye dos estaciones meteorológicas encargadas de medir la temperatura, humedad ambiental, velocidad del viento y otros indicadores necesarios en el proceso de estudio y desarrollo de las investigaciones biotecnológicas de la institución cubana.
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