Franco Zunino, coordinador regional de la Anaic en Liguria moderó el panel integrado además por el vicepresidente de esa organización, Marco Papacci; el químico italiano colaborador del Instituto Finlay de Vacunas, Fabrizio Chiodo; y el periodista y escritor colombiano residente en París, Hernando Calvo.
‘Cuba en la lucha global contra la Covid-19’ se denominó el encuentro saludado en vivo con numerosas expresiones de solidaridad y reconocimiento a la isla por el nivel alcanzado en la investigación científica, particularmente en el ámbito biofarmacéutico.
Al respecto, Chiodo destacó los cuatro proyectos de vacunas contra la Covid-19 desarrollados por Cuba no son obra de un día ni de la casualidad, sino de muchos años de trabajo los cuales permitieron a ese país diseñar, desarrollar y producir el 90 por ciento de las vacunas aplicadas a sus infantes.
Son los niños con más alta tasa de vacunación en el mundo y esa es la clave de toda la cuestión, afirmó el joven investigador quien ofreció detalles sobre ‘Soberana 01’ y ‘Soberana 02’ en sus diferentes fases de experimentación con buenos resultados respecto a la seguridad e inmunogenicidad.
Cuba, dijo, demuestra como un país pobre y bloqueado por Estados Unidos es capaz de tener cuatro proyectos de vacunas en fase de experimentación humana y ‘nos enseña a no mirar el dedo sino a la luna’.
En ese sentido, apuntó que la nación caribeña demuestra que existe un mundo alternativo al capitalismo para el diseño, desarrollo y producción de vacunas a través de un esfuerzo sostenido por el estado y subrayó que ‘una vez más Cuba no exportará bombas ni guerras, sino médicos y vacunas’.
Hernando Calvo resaltó la ayuda brindada por los colaboradores cubanos de la salud en muchos países del mundo antes y durante la epidemia de Convid-19, en esta última etapa incluso a países del llamado Primer Mundo como Italia.
Por su parte Papacci reiteró la invitación a participar en la campaña que realiza la Anaic, en colaboración con la organización mediCuba-Europa, para apoyar al sistema cubano de salud y sus investigaciones, con fondos y equipos.
Papacci llamó a respaldar ‘a la isla grande, el país que más ha hecho de la solidaridad una bandera y del altruismo una brújula que orienta todos sus actos’ y exaltó el papel desempeñado por el Contingente Henry Reeve, por el cual –enfatizó- merece el Premio Nobel por la Paz.
jcm/fgg