En su cuenta en la red social Twitter el canciller resaltó, «las admirables luchas populares del pueblo francés que dieron paso a las ilustres y patrióticas virtudes republicanas que hace más de dos siglos impulsaron tan impactante y trascendente Revolución».
El Día Nacional de Francia fue instituido en 1880, para conmemorar la toma por el pueblo de la fortaleza medieval conocida como la Bastilla, en París el 14 de julio de 1789.
Su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del antiguo régimen y el punto inicial de la Revolución francesa.
La rendición de la prisión, símbolo del despotismo de la monarquía francesa, provocó un profundo seísmo social en el país y en el resto de Europa, se convirtió además en uno de los hechos más trascendentes de la historia moderna.
Este año, debido al azote de pandemia de la Covid-19, el pueblo francés no celebrará su fiesta nacional en calles, ni plazas, tampoco se realizará el tradicional desfile militar en los Campos Elíseos, ni la multitudinaria concentración frente a la Torre Eiffel para disfrutar del espectáculo pirotécnico.
En su lugar se realizará un acto en la Plaza de la Concordia, encabezado por el presidente Emmanuel Macron, con la presencia de tropas, el pase de aviones y helicópteros, entre ellos la Patrulla de Francia y la estela de la bandera que dejan sus aeronaves, pero sin medios de combate terrestres y estarán invitados apenas unas dos mil personas, según reportes de Prensa Latina en ese país.
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