De acuerdo con la actualización emitida esta mañana por la agencia meteorológica Météo France, los territorios bajo atención extrema se localizan fundamentalmente en las norteñas regiones de Isla de Francia, donde se ubica esta capital, y Alta Francia.
La alerta naranja, la segunda más alta, se encuentra diseminada por toda la geografía nacional, donde ayer fueron reportadas temperaturas de entre 34 y 38 grados centígrados, que si bien resultaron inferiores a las registradas el domingo, superaron de ocho a 12 grados a las normales de la etapa.
En la noche y la madrugada, el termómetro subió a más de 20 grados en varias localidades, con 25 en Paris Montsouris, 24 en Toulouse, 22,9 en Nantes, 22,3 en Estrasburgo y 22,1 en Lila.
Según Météo France, a partir de este martes comenzarán tormentas en diversas partes del país, pero el episodio canicular no desaparecerá en su totalidad hasta el viernes.
Respecto a las temperaturas, la agencia las ubicó entre 34 y 37 grados centígrados, por lo que permanece el llamado a las personas a beber mucha agua, evitar las salidas durante los picos de calor, utilizar gorra o sombrero y ropa ligera, limitar las actividades físicas y vigilar a las personas de la tercera edad y los enfermos crónicos.
La nueva ola de calor, que sigue a la de finales de julio, despierta en Francia preocupaciones y el regreso de los tristes recuerdos del verano de 2003, cuando la canícula causó casi 20 mil muertos.
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