La institución, creada al cumplirse 60 años del devastador terremoto que azotó a esta ciudad, la de mayor riesgo sísmico en Cuba, ha sostenido un crecimiento sistemático en su funcionamiento como vigía de las entrañas terrestres y en función de la preparación de la población ante esas realidades.
El doctor Olearys González, director del Cenais, evocó los años fundacionales, cuando el país se adentraba en la crisis económica denominada como Período Especial y en demostración cabal de los resultados que pueden alcanzarse en medio de adversidades y limitaciones materiales.
Aludió a la ampliación de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional, que ya cuenta con 21 de ellas a lo largo y ancho de la geografía cubana, y a la instalación de acelerógrafos en esta urbe, junto a un incremento en las publicaciones científicas que ha sido siempre un significativo propósito.
Indicó González que los avances son fruto del trabajo, el talento, la preparación y el sacrificio del colectivo, con la ayuda de personas e instituciones dentro y fuera de Cuba, a quienes expresó el agradecimiento y el compromiso de continuar en esa senda de entrega y abnegación.
Igualmente, recordó a quienes fueron sedimentando el Cenais en estos 31 años, a algunos que ya no están y a los que permanecen dentro o cerca de la entidad.
Durante la celebración, expusieron sus logros y perspectivas el Centro de Electromagnetismo Aplicado, de la Universidad de Oriente, y los Laboratorios Farmacéuticos Oriente, con la intención de acercar empeños y alianzas en el desarrollo de ciencia en esta provincia y el país.
Como parte del desarrollo del Servicio Sismológico Nacional se trabajará en el alistamiento de cuatro nuevas unidades, además de la correspondiente a la ciudad de Baracoa, en el extremo oriental del archipiélago, que fue destruida por un huracán.
Esos enclaves estarán ubicados en Quemado de Güines, en la provincia central de Villa Clara; Esmeralda, en Camagüey; y en la Isla de la Juventud y Pinar del Río, con lo cual se reforzará el monitoreo de los terremotos en el centro y occidente.
Durante el 2022 se mantuvieron funcionando la totalidad de las estaciones instaladas, a las cuales se sumaron, recientemente, una en el Instituto de Meteorología, en Casablanca, en La Habana, y hace pocos días otra en Florencia, en el norte de Ciego de Avila.
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