El 19 de agosto de 1960, hace exactamente seis décadas, al inaugurar un curso en el Ministerio de Salud Pública, el Che pronunció un discurso donde resalta la importancia de la voluntad política para impulsar proyectos sanitarios más justos.
Para ser médico revolucionario o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución, aseguraba el Guerrillero Heroico en aquella intervención que se recuerda aún más cuando la pandemia de Covid-19 hace reflexionar sobre la necesidad de una práctica médica más humana y menos mercantil.
En esa ocasión el líder revolucionario argentino-cubano afirmó que un médico revolucionario es “un hombre que utiliza los conocimientos técnicos de su profesión al servicio de la Revolución y del pueblo”.
Además, desde entonces el también doctor advirtió sobre el valor de desterrar el egoísmo y orientar la capacidad creadora de todos los profesionales de la salud hacia las tareas de “la medicina social”.
Aunque se refería a un contexto diferente al actual, desde entonces consideraba imprescindible usar el “arma de la solidaridad” para solucionar los problemas, una concepción que poco después Cuba convertiría en una práctica cotidiana al enviar médicos cubanos a otras naciones.
Otra de las ideas que el Che destacó en el aquel discurso fue la de implementar la llamada medicina preventiva, convertida hoy en base del sistema de salud cubano, eje evidenciado sobre todo en el programa del “Médico de la familia”, mediante el cual hay galenos presentes en todas las comunidades de la isla.
De esa forma se percibe cómo preveía un sistema de salud en la Mayor de las Antillas de carácter integral, el cual no solo se materializó, sino que estimuló el auge biotecnológico posterior catalizador de resultados relevantes reconocidos internacionalmente.
Por otro lado, el doctor Guevara, quien conocía del carácter elitista y mercantil de la práctica de la medicina en el capitalismo, defendió la existencia en Cuba de un personal que condenara y se apartara de ese estilo deshumanizado.
Es así que quienes repasan el texto de hace 60 años aprecian la sintonía, entre las concepciones del líder de la Revolución Fidel Castro y el Che, principalmente en lo referido al papel social y humanista que en lo adelante sería un pilar de los profesionales de la salud cubanos.
mv/avr