En la discusión de la presea, el subcampeón mundial de Bakú-2018 derrotó al turco Mihael Zgank por Hansoku-make (descalificación después de tres amonestaciones) para cumplir una destacada actuación.
Silva comenzó su camino en una sala Accor Arena repleta con una cómoda victoria por Ippon en la segunda ronda ante el estonio Klen Kristofer Kaljulaid, mientras en la tercera superó al británico Jamal Petgrave por wazari.
En cuartos de final venció por Ippon al checo David Klammert, antes de ceder por idéntica vía en semifinales frente al neerlandés Noel van’t End, monarca universal en Tokio-2019 y a la postre titular de la categoría en esta capital.
Para el cubano fue su séptima medalla de Grand Slam, en un torneo en el cual solo la mayor de las Antillas (los bronces de Silva y del Toro) y Brasil (una plata y un bronce) alcanzaron medallas por América Latina, que trajo 70 judocas al prestigioso certamen parisino.
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