Pese a la presión en las calles de los sindicatos con sus jornadas de huelgas y multitudinarias marchas, el Gobierno presentó este lunes en el Hemiciclo su proyecto con la polémica extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años incluida, texto que enfrentó desde temprano acciones opositoras para frenar el análisis.
El bloque de las fuerzas políticas de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), integrado por insumisos, comunistas, socialistas y ecologistas, introdujo una moción para rechazar la reforma en la Asamblea, iniciativa descartada por 292 votos en contra y 243 a favor.
Apenas 50 votos de diferencia, (Emmanuel) Macron tembló, reaccionó en Twitter el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, quien criticó a los conservadores del partido Los Republicanos por ponerse al lado del oficialismo.
Por su parte, la moción presentada por Agrupación Nacional (extrema derecha) para promover un referendo sobre la reforma corrió peor suerte (272-101), ya que los diputados de la Nupes optaron por no votar.
El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, acusó tras el revés a la Nupes de ser “cómplice” de Macron.
Rechazadas las mociones, la cámara baja debatirá hasta el 17 de febrero en torno al texto, aunque las alrededor de 20 mil enmiendas, la mayoría introducidas por LFI, sugieren que será casi imposible cumplir ese cronograma antes de que el proyecto llegue al Senado.
Para mañana los principales sindicatos convocaron a una nueva jornada de protestas contra la reforma de la jubilación, después de que el 19 y el 31 de enero salieran a las calles más de dos millones de franceses, según datos de los gremios.
Además de las manifestaciones, se prevén huelgas con un impacto significativo en sectores como el transporte público.
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