El mandatario, junto a su esposa Asma Al-Assad, visitaron el hospital docente donde se atiende al mayor número de lesionados, y conversó con los familiares de las víctimas y con el personal médico.

En declaraciones a los periodistas, el gobernante dijo que el Estado destinará todas sus capacidades disponibles para reconstruir lo destruido por el terremoto y para ayudar a los afectados.

Se suma a esta cifra más de mil 400 fallecidos y tres mil 500 lesionados confirmados por los equipos de rescate en las zonas fuera de control del gobierno, en particular las áreas rurales de las provincias de Idlib y Alepo, fronterizas con Türkiye.
A su vez, el ministro de Administración Municipal y jefe del Comité de Socorro, Hussein Makhlouf, reveló que 294 mil personas quedaron sin hogar y ahora se encuentran en más de una veintena de centros de acogida establecidos en escuelas, mezquitas, iglesias y salas de deporte.
Ante el llamado del gobierno sirio, más de 40 aviones cargados con ayuda humanitaria y rescatistas, llegaron al país procedentes de 13 países.
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