De acuerdo con la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los ocho gremios integrados a la Intersindical, dos millones 500 mil personas se movilizaron en todo el país, mientras el Ministerio del Interior cifró la participación en alrededor de 960 mil, una diferencia de estimaciones habitual en suelo galo.
Pancartas, banderas, globos gigantes, música y consignas antigubernamentales marcaron las marchas en esta capital y en otras partes de Francia, donde no se registraron grandes incidentes, aunque en París la policía realizó al menos 10 arrestos y un uniformado recibió el impacto de un objeto que le causó lesiones.
Líderes políticos apoyaron las protestas contra un texto que se discute en la Asamblea Nacional desde el lunes, pese a la oposición que generan cuestiones como la extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años, el aumento del período de cotizaciones anuales a 43 y la eliminación de algunos regímenes especiales de jubilación.
El secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, y la máxima figura de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, destacaron la movilización y criticaron al Gobierno, que insiste en mantener la reforma con el argumento de que es indispensable para el equilibrio financiero del sistema de retiro.
También la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, consideró que el presidente Emmanuel Macron “no puede seguir mirando para el otro lado”, en alusión a las manifestaciones.
El 19 y el 31 de enero y el 7 de febrero se produjeron marchas y huelgas en todo el país contra el texto.
La Intersindical ya convocó a una nueva jornada de protestas para el 16 de febrero y advirtió que llamará a un paro general el 7 de marzo, si el Ejecutivo no retira antes su proyecto.
lam/wmr