El estudio, realizado por Grupos de trabajo de la Comisión de Mamíferos Marinos del Atlántico Norte y la Comisión Conjunta Canadá/Groenlandia sobre beluga y narval, concluyeron que el tránsito generado en esas aguas por la cercana mina de hierro Mary River repercute sobre el comportamiento de esos cetáceos.
«A menos que el transporte marítimo esté cada vez más regulado, o que los narvales se adapten a los cambios y vuelvan a habitar las áreas abandonadas, podemos esperar consecuencias a largo plazo para la población», apuntó el informe citado por la cadena de noticias CTV News.
Estimó la investigación como poco probable que los ejemplares regresen a la zona mientras exista allí una perturbación continua y, en el peor de los casos, se estima que estos mamíferos marinos desplazados podrían extinguirse dentro de 100 años.
Los cazadores de la comunidad Pond Inlet informaron haber visto menos narvales en áreas donde alguna vez fueron abundantes y su comportamiento está cambiando, perjudicando su capacidad de cazar los animales de los que dependen para su alimentación y desarrollo.
Ellos, junto con la organización benéfica de conservación marina Oceans North, también han dicho que se debe al aumento de los envíos desde la mina, que comenzó a operar en 2015, apuntó la fuente.
«El narval que se muda del área donde tradicionalmente han sido cazados es devastador para los inuit y la integridad del ecosistema de la región», escribió por su parte la Organización de Cazadores y Tramperos de Mittimatalik.
Estudios aéreos realizados por Baffinland Iron Mines Corp., propietaria de la mina Mary River, han mostrado una disminución en el número de estos animales.
Una encuesta en 2021 estimó que había dos mil 595 en el área, frente a los cinco mil 19 de 2020.
Fisheries and Oceans Canada calculó previamente que existían más de 12 mil narvales en la región en 2016 y más de 20 mil en 2004.
El narval es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Monodontidae que habita los mares del Ártico y el norte del océano Atlántico.
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