A pesar de sus vínculos familiares con el poder colonial español se vinculó tempranamente al movimiento independentista y llegó a componer La Bayamesa, tema instrumental cuya letra escribiría el 20 de octubre de 1869 cuando el Ejército Libertador cubano tomó su ciudad natal, Bayamo, el cual se convertiría en el Himno Nacional.
Una anécdota muy querida entre los cubanos reseña que llegó a interpretar el himno frente a las autoridades españolas en la catedral de Bayamo en una valiente acción de rebeldía que le ganó la admiración de sus compañeros y el recelo de los colonialistas.
Figueredo nació en la ciudad de Bayamo, en el suroriente de Cuba, en una acaudalada familia, lo que le permitió formarse como abogado y desarrollar sus habilidades artísticas y literarias en la isla y el extranjero.
Su casa de Bayamo fue el centro principal de la conspiración independentista en la región oriental y cuando estalló la guerra de los Diez Años, el 10 de octubre de 1868, se unió rápidamente al naciente ejército cubano y organizó la toma de Bayamo.
Durante la contienda ocupó varios cargos políticos y militares.
Cayó prisionero de los españoles el 12 de agosto de 1870 cuando se encontraba convaleciente de fiebre tifoidea, en la finca Santa Rosa de Cabaniguao, en Las Tunas, y desde allí fue conducido a Santiago de Cuba donde las autoridades españolas lo fusilaron cinco días más tarde.
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