Sin embargo, la tendencia estuvo plagada de incertidumbres a lo largo del año, pues se inició cayendo 2 décimas en el primer trimestre, repuntó 0,5 por ciento en el segundo, frenó su ascenso en el tercero (0,2) y volvió a reducirse a solo una décima en el cuarto trimestre, aunque sin llegar a los números negativos que preveía el Insee.
De manera general el aumento del PIB en 2022 fue notablemente inferior al registrado en 2021, a pesar de los efectos derivados de la crisis sanitaria, y que fue del 6,8 por ciento.
Para el presente ejercicio las estimaciones oficiales esperan que continúe la tendencia de los últimos seis meses y lograr mantener un crecimiento del 0,2 por ciento tanto en el primer trimestre como en el segundo, sin avanzar previsiones para la segunda parte del año.
Por su parte el Gobierno confía en alcanzar un crecimiento del 1 por ciento a finales de 2023, mientras que el Banco de Francia, con una visión más pesimista, solo espera llegar al 0,3 por ciento.
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