Según trabajadores de Quickmed Urgent Care, una clínica de urgencias en Columbiana, Ohio, “están viendo más y más personas de East Palestine (Palestina Oriental) quejándose de que no se sienten bien”.
Los pacientes refieren una sensación de ardor al respirar, erupciones cutáneas y debilidad general incluso hay quienes se quejan de se sienten mejor cuando salen de sus casas y que vuelven a empeorar una vez regresan, dijeron.
Tal vez hasta padezcan una bronquitis química, causada normalmente por la exposición prolongada a vapores, ácidos o polvos peligrosos, señalaron.
Para la doctora Deborah Weese, de QUICKmed, lo sucedido se asociará a “muchas cosas, pero si sales de casa y (los síntomas) mejoran, y al regresar vuelven a aparecer, no creo que sea alergia ni un resfriado… seamos realistas: Si llega el caso, podría ser algo en el futuro derivado de todas estas sustancias químicas que están respirando y que desconocemos».
Los senadores por Ohio Sherrod Brown (demócrata) y J.D. Vance (republicano) hicieron pública la víspera una declaración conjunta sobre el control sanitario a largo plazo de los residentes de East Palestine.
En una carta a los máximos responsables de la Agencia de Protección Medioambiental y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, expresaron que «los residentes de East Palestine y la comunidad circundante merecen saber si su salud se ha visto comprometida por este desastre ahora y en los años venideros”.
A los pobladores de esa comunidad, de unos cuatro mil 750 habitantes, se les permitió retornar a sus hogares días después del accidente del pasado 3 de febrero, cuando un tren operado por la compañía ferroviaria Norfolk Southern se salió de la vía.
Entonces fue necesaria una «liberación controlada» de toxinas en el aire para evitar una eventual explosión catastrófica, afirmaron las autoridades.
Aunque agencias federales llamaron a la calma y desestimaron riesgos medioambientales, desde el área impactada hubo reportes de muertes de peces, aves y otros animales de la fauna local.
La administración del presidente Joe Biden ha sido blanco de fuertes críticas por su respuesta al grave incidente.
El mandatario fue cuestionado por no agendar un viaje a Ohio y en su lugar ir a Ucrania, entretanto su secretario de Transporte, Pete Buttigieg, fue a East Palestine más de dos semanas después del descarrilamiento, silenciado en un inicio por la prensa y el gobierno federal.
Entre los productos que llevaba el tren estaba el cloruro de vinilo, un gas altamente inflamable considerado un potente cancerígeno.
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