En la actividad, la tercera secretaria a cargo de asuntos culturales, Gabriela Gámez, destacó la vida y obra de Melo, autora de libros como El vino del error, Yo no quería ser reina, El mundo de Daniela y Las altas horas, fallecida el 30 de enero último a los 61 años de edad.
Alina Narciso, dramaturga, directora teatral y escritora italiana, traductora de los libros de la poetisa a la lengua de Dante, se refirió al legado de quien calificó como una figura muy importante de la cultura cubana y universal, “con una poesía para todo el mundo, que entraba directa al corazón”.
Luis Morlote y Abel Prieto, presidentes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de Casa de las Américas, respectivamente, dedicaron palabras por video conferencia a la intelectual, merecedora de la Orden por la Cultura Nacional y el premio Nicolás Guillén, entre otros reconocimientos.
“Fue una de las grandes voces líricas de Cuba, en la poesía, la narrativa, el ensayo. Reconocida en su generación como una de las creadoras más destacadas, quien trabajó con absoluto apego a la cubanía, a la identidad nacional”, afirmó Morlote.
Esta creadora “vio la necesidad de compartir con el pueblo, con su gente, de manera cotidiana. Siempre pensó que lo mejor de la cultura era proyectarse hacia la comunidad”, manifestó y añadió que “cuando sintió que la Revolución Cubana estaba en peligro, la defendió de las agresiones externas, en primera fila”.
Por su parte, Prieto resaltó que Teresa Melo “representó muchas cosas para su pueblo, para el mundo de las letras y la cultura de Cuba” y enfatizó que la misma “fue símbolo de toda una generación de poetas comprometidos con el destino de su país, de su cultura”.
Agradeció este homenaje en Italia porque, según consideró, “es muy importante que personas como Teresa, poetas como Teresa, sean recordadas”.
Destacó la necesidad de su obra en un mundo “donde la ética, la generosidad, la entrega, la ternura y el amor parecen palabras antiguas y destinadas a extinguirse , entre tanta miseria moral y espiritual”.
“Fue importante su lucha inteligente y digna en defensa de Cuba, de los valores en los que creía, de lo mejor de la cultura revolucionaria, de lo mejor del ser humano”, añadió el presidente de Casa de las Américas.
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