Bajo la autoría del escritor Francisco González y la editorial El mar y la montaña, el libro cuenta en sus páginas el quehacer de quien nació en Güira de Macurijes, Matanzas, y sobresalió como un compositor e intérprete de tres con un destacado papel en el desarrollo del llamado son montuno.
González explicó que Arsenio desde muy joven se interesó por la música, en encuentros familiares y fiestas de la comunidad intentaba tocar cuanto instrumento existiese, lo cual presagiaba una vida dentro del ámbito cultural de la época.
Tras un accidente con un caballo en la infancia que provoca la pérdida total de la visión, Arsenio no pierde su interés hacia la música y comienza a tocar el tres como manera de lidiar con su limitante física a la vez que lo enrumbada por el mundo artístico.
Según el escritor, el autor de canciones como Oye mi consejo, el Pirulero no vuelve más, Blanca Paloma, Dale felicidad, Amar andar y Hazme un gran favor destacó como propulsor de la formación de los conjunto dentro de la música cubana e integró el sexteto habanero, el primero de su tipo en el país.
Entre los aspectos a destacar en la obra de Arsenio se encuentra la importancia que le daba al arreglista dentro de las agrupaciones, gracias a él muchas de las canciones de la época contaban con aportes que daban mayor sonoridad a los temas y sobresalió como defensor de la adición de trompetas y tumbadora dentro de sextetos y septetos, acotó.
Arsenio Rodríguez es considerado uno de los compositores más importantes del siglo XX en Cuba con aproximadamente cerca de 200 canciones de su autoría, además de sentar las bases para el desarrollo de lo que hoy se conoce como salsa.
lam/ads