Bach estuvo acompañado por el titular la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports), Neven Ilic, cuya entidad hizo el donativo a Cuba.
Tras apreciar un espectáculo que fundió los principales deportes del país, el directivo germano intercambió con atletas en activo, glorias del deporte, federativos y los propios protagonistas de las actuaciones, en un ambiente distendido.
Gracias a todos ustedes. Algún día nos veremos en los Juegos Olímpicos, mucha suerte, dijo a los más jóvenes.
Especial fue su conversación con Eduardo Jons, miembro del salón de la Fama de la esgrima mundial, con quien coincidió cuando ambos eran floretistas, en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
Para mí es lo más grandioso tener un encuentro con alguien de mi mismo deporte. Recordamos nuestros momentos de esgrimistas, dijo el cubano en exclusiva con Prensa Latina poco después de entregar una chaqueta de competencia a su interlocutor.
Previamente, Bach recibió una trusa del multicampeón olímpico de lucha grecorromana Mijaín López, y guantes de boxeo de los bimonarcas estivales Julio César La Cruz y Arlen López, piezas todas autografiadas por los deportistas.
Con todos ellos, el dirigente dialogó sobre su preparación para la cita de París 2024 y les deseó suerte.
Mañana Bach tiene en su agenda inaugurar la nueva pista sintética de atletismo en el estadio Panamericano, al este de esta capital, y en horas de la tarde tiene prevista su partida hacia Jamaica, siguiente parada de su gira por Centroamérica y el Caribe.
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