‘Pregúntate a ti mismo: ¿Quién eres? ¿En qué te has convertido? ¿Pedir hambre para otros desde el confort de la mesa repleta? ¿En que lugar remoto ha naufragado tu alma?’, expresó por medio de su cuenta oficial en Facebook.
¿Cuándo vas a librarte de esa carga de odio? ¿Te olvidaste de la calle de tu infancia? ¿Del parque irrepetible donde jugaste de niño?, agregó el profesor cubanoamericano.
Sanciones, coronavirus, cero remesas, que no entre nada, que aprieten la soga y después, invasión, drones, portaviones, arrasen con todo, dijo en referencia a los pedidos hechos a lo largo de los años con respecto a Cuba por un sector ultraconservador de la derecha norteamericana.
‘¿El que pide todo eso, sabrá? El que anuncia la muerte ¿sabrá? ¿Sabrá que los cuerpos partidos en pedazos no se componen nunca? El que odia ¿sabrá?’, añadió.
Lazo recordó los destrozos que pudo presenciar y vivió en sus años como soldado del ejército estadounidense, por eso condeno al que invita a la matanza y reprendo al que empuja y no se da golpes!.
Esos que convocan al hambre y la matanza ¿sabrán? Los que encienden candela (desde el aire acondicionado) ¿tendrán madres o hijos condenados a derretirse en napalm? Los que incitan al bombardeo (desde el móvil y el teclado) ¿sabrán?, se cuestionó.
‘¿Sabrán que cuando la bomba cae todo se va al carajo? ¿Sabrán que después no crece ni la verdolaga? ¿Sabrán que la ‘fruta madura’ se les devolverá podrida, en la boca hecha agua?’, insistió.
Ante este escenario, subrayó, desempolva con urgencia lo que queda de amor, no pierdas más tiempo y da la mano fraterna a la familia cubana, son tus amigos, tus vecinos, el pueblo de tu infancia…
El profesor cubanoamericano compartió un enlace (www.puentesdeamor.com) a la petición que hace el proyecto Puentes de Amor al presidente estadounidense, Joe Biden, para que cumpla sus promesas electorales y levante las sanciones que pesan sobre la familia cubana.
Lazo ha desarrollado durante los últimos años diversos proyectos con el fin de promover un acercamiento entre ambos pueblos.
Varios de sus alumnos viajaron con él a Cuba y allí conocieron el amor de los cubanos, como cuenta en sus redes sociales.
Por eso conmigo no cuenten para odiar, escribe en su perfil de Facebook, sé que el amor es más poderoso que el odio.
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