‘El bloqueo constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos en todos los ciudadanos cubanos. Es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más complejo y prolongado que se haya impuesto contra país alguno’, aseguró la organización ecuatoriana en un pronunciamiento oficial.
Al respecto, insistió en el reclamo de eliminar la política implantada por Washington desde hace más de seis décadas, por los daños que implica para la población del país caribeño y expresaron solidaridad con ‘la noble patria revolucionaria’.
‘La interdependencia acentuada entre los pueblos en un mundo globalizado, exige la no agresión unilateral por parte de países económica y militarmente más poderosos sobre otros pueblos para someterlos’, enfatizó el texto.
También señaló que con bloqueos, sanciones, guerras de cuarta generación y campañas mediáticas buscan obligarlos a entregar su soberanía y recursos al servicio y control de grandes transnacionales, lo cual considera un legado genocida del pasado salvaje de imperios, metrópolis coloniales, feudales, esclavistas; devenidas capitalistas neoliberales.
‘Hoy en medio de la problemática de salud ocasionada por la pandemia de Covid-19, es imperioso el levantamiento de la guerra multifacética económica, financiera y comercial contra el pueblo de Cuba’, recalcó.
A juicio de los firmantes, son 60 años de horror que, pese a sus distintos y perversos refinamientos, no ha conseguido doblegar la determinación inquebrantable de su ciudadanía, a la cual causa daños en su desarrollo, pérdida de vidas humanas por acciones terroristas organizadas.
Revolucionarios en Acción Progresista recordaron que los costos de los perjuicios para la mayor de las Antillas son de 144 mil millones de dólares estadounidenses, de acuerdo con cálculos del gobierno cubano.
No obstante, destacaron que solo este año, las Brigadas Médicas Henry Reeve llevaron esperanza y salud a más de 40 países del mundo, además de salvar vidas e iniciar campañas preventivas exitosas, pese al recrudecimiento del bloqueo y a sanciones extraterritoriales a terceros países, que intentaron establecer acuerdos comerciales con Cuba.
Finalmente, la fuerza política exigió al gobierno de Estados Unidos la anulación de las Leyes Torricelli y Helms Burton, el retiro inmediato de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y de la Ley de Comercio con el Enemigo que es renovable anualmente para dar sustento continuo al bloqueo genocida.
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