Por: Adis Marlén Morera
El histórico cañonazo de las nueve fue el preludio de un canto al amor, la amistad y la alegría, pero sobre todo a ese profundo sentir que muchos cubanos le profesamos a la tierra que nos vio nacer, eterno refugio y morada.
La propuesta musical estuvo marcada por composiciones ya habituales como Carnal, Patakí de Libertad, Cuatro cuentos o Música vital; a estas se sumó Morada, canción que da título al más reciente fonograma, El hipopótamo, El macho de la mantis y Roles, por citar algunas.
Según comentó la voz líder de la agrupación, Israel Rojas, en entrevista anterior con Prensa Latina, Morada es un disco dedicado a Cuba, a la casa y a la familia, y explicó cómo los temas resultan una especie de respuesta a todo el acoso mediático al que son sometidos y su apuesta constante por la patria.
Una de las canciones más disfrutadas en el concierto, quizás por la jocosidad e ingenio en su contenido fue El hipopótamo, que según refirió Rojas durante el lanzamiento del video clip que la acompaña, se trata de una situación íntima entre adultos que en ocasiones, por descuido o por azar, puede implicar a los más pequeños de la casa.
Los que asistimos al recital, comprobamos una vez más que los jóvenes de Buena Fe continúan defendiendo una música inteligente y consecuente con sus principios, sus líricas reflejan el deseo de un mundo sin espacio para el odio, la intolerancia, para todo lo que degrade la condición humana.
mem/mml/amr