En el operativo intervino el Servicio de Vigilancia Aduanera, la Policía Autonómica gallega y la Policía Marítima de Portugal.
La mayoría de los integrantes de la red radicaba en este último país y durante el operativo fueron intervenidos más de 400 kilos de angulas pescadas de forma ilegal en el río Miño, sin las respectivas licencias ni permisos.
En esta nación ibérica se efectuaron nueve registros y se investiga a 11 personas como miembros de la organización criminal a las que se les intervinieron seis vehículos.
A los arrestados se les imputan los delitos de tráfico de especies protegidas, falsedad documental, fraude y posibles infracciones de contrabando.
Esta organización, que extendía su actividad entre España y Portugal, se dedicaba a la adquisición, almacenaje, distribución y exportación de angulas pescadas de forma ilegal en el río Miño, careciendo de permisos y licencias correspondientes, según las investigaciones.
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