Según el funcionario, 258 de las detenciones se produjeron en esta capital, donde la Policía utilizó gases lacrimógenos y un cañón de agua para dispersar a miles de manifestantes que se congregaron en la plaza de la Concordia, cerca de la Asamblea Nacional, en la que la primera ministra Elisabeth Borne anunció la activación del artículo 49.3 de la Constitución.
Con el desencadenamiento de ese mecanismo, el Ejecutivo evitó el voto final en la Asamblea sobre su polémica iniciativa, la cual provoca el rechazo de sindicatos, partidos políticos y ciudadanos, opuestos a la extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años.
Las manifestaciones y la oposición son legítimas, los disturbios no, esgrimió Darmanin en la cadena RTL, a propósito de las protestas en París y otras ciudades como Marsella, Lyon y Rennes.
Incendios de contenedores de basura, vidrieras y cristales de autos rotos y enfrentamientos con las fuerzas del orden fueron algunas de las acciones violentas que se vivieron durante las movilizaciones espontáneas, que no contaban con el visto bueno de las autoridades.
El uso del 49.3 desató una ola de críticas de líderes políticos, entre ellos, los excandidatos presidenciales Marine Le Pen, Jean-Luc Mélenchon y Fabien Roussel, parlamentarios y dirigentes sindicales.
La Intersindical, movimiento que aglutina a los principales gremios de Francia, convocó la víspera para el jueves de la semana entrante a la novena jornada de marchas y huelgas contra la reforma de la jubilación, después de las multitudinarias protestas del 19 y 31 de enero, del 7, 11 y 16 de febrero, y del 7, 11 y 15 de este mes.
Por su parte, trabajadores de diversos sectores mantienen desde hace días paros reconducibles, con un impacto notable en la recogida de basura en París, donde se acumulan miles de toneladas de desechos en las calles, y afectaciones en el transporte ferroviario y la energía.
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