Según autoridades, al menos cuatro mil personas acudieron al lugar, entre ellas algunas consideradas radicales, al responsabilizarlas por los artefactos pirotécnicos y los objetos lanzados a los uniformados, que respondieron con cargas, gases lacrimógenos y arrestos.
La víspera, la decisión del Gobierno de activar el artículo 49.3 de la Constitución para adoptar la reforma, eludiendo el voto de la Asamblea Nacional, desató movilizaciones espontáneas en varias de las principales ciudades francesas, con esta capital como epicentro.
Más de 300 individuos fueron detenidos, la inmensa mayoría en París, mientras este viernes la Prefectura confirmó una decena de arrestos antes de las 21:00, hora local.
Líderes políticos, parlamentarios y dirigentes sindicales consideraron que la responsabilidad por el tenso escenario imperante es del Ejecutivo, al imponer un proyecto impopular, cuestionado por extender la edad legal de retiro de 62 a 64 años, aumentar el período de cotización y eliminar regímenes especiales de jubilación.
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, advirtió al Gobierno sobre el malestar imperante y al mismo tiempo condenó la violencia en las calles.
Lo que hace falta es que el presidente Emmanuel Macron retire la reforma o no la promulgue, eso es lo que puede apagar el fuego, no la renuncia de la primera ministra (Elisabeth Borne), subrayó.
La oposición introdujo en la Asamblea Nacional dos mociones de censura para hacer caer a Borne, una por varios partidos y la otra por la extrema derecha (Agrupación Nacional).
El Ejecutivo apeló al artículo 49.3 ante las dudas de si conseguiría o no los votos necesarios en la Asamblea para la adopción de la reforma, tras perder en junio pasado la mayoría absoluta en la Cámara baja.
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