Añadió en su cuenta en Twitter que con el historial vergonzoso de violaciones y abusos a sus propios ciudadanos, la nación norteña debería abstenerse de estigmatizar a otros.
“Intenta en vano disfrazar su conducta intervencionista e injerencista”, agregó el canciller de la isla.
El informe estadounidense alude que en “Cuba los tribunales han dictado sentencias de cárcel draconianas a cientos de personas por protestar por sus derechos”.
Aunque, paradójicamente, el informe de Naciones Unidas de 2022 en esta materia, explica que Estados Unidos sigue sin cumplir sus compromisos en materia de derechos humanos, sobre todo en el ámbito de la justicia racial, y eso se refleja en la incapacidad del país para acabar con el racismo sistémico vinculado a los legados de la esclavitud.
Asimismo, EEUU continúa registrando las tasas de encarcelamiento penal más altas del mundo, con casi dos millones de personas recluidas en cárceles y prisiones estatales y federales en un día cualquiera.
La mitad de los departamentos de policía de EEUU se niegan a informar sobre el uso de la fuerza, lo que hace necesaria la recopilación y el análisis de datos no gubernamentales. Solo en 2022, la policía estadounidense mató a más de 400 personas. En términos per cápita, mata tres veces a más personas negras que blancas.
Además, un elevado número de niños sigue siendo encarcelado cada año, con más de 240 000 casos de detención documentados en 2019, según un informe de Sentencing Project.
Un informe conjunto de Human Rights Watch y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles documenta cómo los sistemas de bienestar infantil en ese país responden con demasiada frecuencia a las circunstancias de pobreza con castigos, acusando a las familias de negligencia y separando a los niños de sus padres en lugar de proporcionarles apoyo para ayudarles a mantener unidas a sus familias.
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