Damasco rechazó la celebración de tales conferencias sin coordinar con el Gobierno que representa a un país donde ocurrió el desastre y sin que se inviten los actores humanitarios como las organizaciones no gubernamentales sirias, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores por medio de un comunicado.
Calificó de politizado el enfoque de los organizadores de este encuentro y aseguró que para mejorar la acción humanitaria y de fomento se deben primero levantar las medidas coercitivas inhumanas e inmorales impuestas al pueblo sirio.
La declaración recordó que las fuerzas militares estadounidenses siguen saqueando miles de barriles de petróleo sirio privando a los damnificados de los recursos energéticos necesarios para el funcionamiento de los centros de alojamiento y las instituciones de salud, servicios y de transporte.
Lo mínimo que se requiere para mejorar las condiciones humanitarias y de vida de los afectados por este desastre es una sincera voluntad política y un fin inmediato y sin condiciones del bloqueo, concluyó Cancillería su declaración.
De acuerdo con el más reciente informe del Comité Superior de Socorro, el número de familias registradas que quedaron sin hogar debido a este desastre natural llegó a 91 mil 794 con 414 mil 304 individuos.
Reveló que el número de edificios dañados que ya no son habitables ascendió a cuatro mil 444, mientras el de inmuebles que necesitan ser reforzados es de 29 mil 751.
A su vez, el presidente Bashar Al-Assad estimó en recientes declaraciones, en 50 mil millones de dólares las pérdidas causadas por los terremotos y en 400 mil millones los daños que dejó la guerra que asola esta nación desde 2011.
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