Para la agencia de calificación Moody´s, el perfil crediticio sudafricano está equilibrado, pero el bajo crecimiento económico del país y el aumento de la carga de la deuda, considera, podrían hacer que la tensión socioeconómica se intensifique e impida -lo que ella considera- adecuadas reformas políticas
En su más reciente reporte, Moody’s decidió este mes no variar las calificaciones crediticias de Sudáfrica, actualmente a dos niveles de subinversión, en Ba2, con perspectiva negativa.
‘Las desigualdades socioeconómicas (sudafricanas) también intensifican las tensiones que generan riesgos políticos’, afirman los especialistas de Moody’s en su reporte.
Los desafíos crediticios, agregan, incluyen un crecimiento estructural muy débil, así como una alta carga de deuda pública que continuará aumentando si no se acometen ‘reformas económicas y fiscales integrales’.
Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 seguirán pesando sobre el crecimiento económico y el equilibrio fiscal de Sudáfrica en 2021, pronostican.
Otras dos importantes firmas de calificación, Fitch y S&P, también clasifican al país en cuanto a riesgo crediticio como ‘basura’.
La economía de Sudáfrica ya estaba en recesión antes de que la Covid-19 afectara al país desde marzo de 2020. Además, contrajo en un récord del siete por ciento durante ese año a causa –principalmente- de la pandemia.-.
Acorde con especialistas, la deuda nacional se acerca al 90 por ciento del producto interno bruto.
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