“Cuba jugó contra un conjunto reconocido por su superioridad técnica y claramente ganador, pero tuvo que enfrentar una agresividad vil”, añadió el mandatario en su cuenta en Twitter.
Esta jornada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla emitió una declaración en la que denunció estos actos hostiles, incitados y permitidos por las autoridades de Miami con el propósito de desestabilizar a los jugadores.
El texto mencionó la incitación por parte de políticos locales y figuras que ostentan cargos públicos a la indisciplina, la agresión y el asedio, y su tolerancia por las fuerzas del orden público.
Las acciones desestabilizadoras incluyeron agresiones directas, amenazas, uso de lenguaje ofensivo y vulgar, ataques lesivos a la moral del equipo de Cuba y otros incidentes dirigidos a menoscabar el ánimo de los atletas y perjudicar el espectáculo, añadió el texto.
El Gobierno de Cuba alertó con suficiente tiempo a Estados Unidos, por los canales diplomáticos, sobre las amenazas públicas y abiertas que se concebían para empañar la participación del equipo cubano en el certamen.
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