En la ceremomia se destacó la relación de hermandad entre las dos naciones, sellada con la victoria en aquella gesta del 5 de marzo de 1978, en la que tropas cubanas y etíopes preservaron la independencia e integridad territorial del país africano ante intentos expansionistas de la vecina Somalia.
Una ofrenda floral ante el panteón de los caídos en el Cementerio de Colón fue depositada por un grupo de etíopes egresados de diversas especialidades en la isla caribeña, y cubanos que en los últimos 48 años cumplieron misión internacionalista en el país del Cuerno africano.
El líder del denominado movimiento de etiocubanos, Anteneh Berhanu, leyó una misiva del embajador concurrente de Etiopía en Cuba, Genet Teshome Jirru, en la que se reafirmó la voluntad del gobierno de su nación de fortalecer las relaciones bilaterales en materia de salud, educación, tecnología agrícola y cooperación multilateral, entre otras esferas.
La solidaridad cubana más allá de la epopeya de Karramara, su papel en la esfera internacional y en África, especialmente, la cooperación con brigadas médicas y de profesionales de otras disciplinas en aquel continente, fueron reconocidos por los oradores en la conmemoración. ro/kmg/lld