Nicado agradeció el reconocimiento que recibió con humildad y como regalo a su terruño natal, a la UH a 295 años de creada y a la Patria, y explicó la importancia del compromiso con la sociedad, factor común de los centros en los cuales ha laborado como docente y dirigente: Universidad Central de las Villas Martha Abreu, la de Ciencias Informáticas y ahora la UH.
“El devenir de la universidad latinoamericana ha estado marcado por la necesidad de complementar su papel como motor de desarrollo de nuestros pueblos, en condiciones difíciles, porque las sociedades heredan visiones coloniales de la cultura que las élites intelectuales reproducen conscientemente o no”, indicó.
Doctora en ciencias matemáticas, Nicado se refirió a la vigencia de la Reforma Universitaria de Córdoba, en 1918, sobre la responsabilidad social de esas instituciones y la defensa de su carácter humanista ante las entidades mercantiles y tecnocráticas.
La descolonización de las universidades y su relación con la forma de producción y difusión de saberes y la posibilidad sostenida de acceso y permanencia de los más pobres en la educación superior, son también pilares actuales, agregó.
La académica- quien fuera merecedora además del Ojo de Plata del Obervatorio de Responsabilidad Social en la región, según consta en la Resolución de la UP-, enfatizó además en la idea de defender las particularidades de cada país sin que sean reflejo de las de Europa o Estados Unidos, y para ello, dijo, las universidades han de pensarse con vocación de presente y futuro de las naciones.
En otra parte de su discurso, Nicado evocó al Héroe Nacional José Martí y la necesidad de revalidar el concepto estampado en su única novela, Lucía Jérez (1885) cuando afirmara que “las universidades parecen inútiles, peo de allí salen los mártires y los apóstoles”.
En ese sentido, afirmó que es responsabilidad la formación de los mártires y apóstoles en el mundo de hoy, devorado por la crisis del capitalismo y por el poderío.
Luego de reconocer avances en el rol social de las universidades latinoamericanas en su conjunto, aseveró que tienen que seguir transformando, creciendo e innovando.
Ese rol constante, afirmó, será mientras vivan niños sin escuelas, comunidades en desventaja social, falta de equidad y justicia, exista racismo u otra forma de discriminación o que la educación y la salud no sean condiciones naturales al ser humano.
En la solemne ceremonia, el rector de la UP, Eduardo Flores, señaló que en 85 años de historia académica ese centro de estudios ha otorgado el título de Doctoris Honoris Causa en 43 ocasiones a personalidades nacionales y extranjeras, y Nicado es la séptima mujer en merecerlo.
Entre los distinguidos con el máximo galardón de la UP mencionó al expresidente uruguayo, José Mujica; a la Premio Nobel por la Paz, Rigoberta Menchú, y al líder de la Revolución cubana, Raúl Castro.
El acto de investidura de Nicado, en el Paraninfo universitario; y al que asistieron el embajador de Cuba en el istmo, Víctor Cairo, agrupaciones solidarias con la isla y profesores y alumnos, estuvo matizado por interpretaciones de la Orquesta de Cámara de la UP y el Coro Polifónico de la facultad de Bellas Artes.
Nicado encabeza una delegación de destacados pedagogos de la Universidad de La Habana, invitada de honor a la VI Escuela Internacional de Verano de la UP, que concluirá el próximo viernes con encuentros en su filial de la región occidental de Azuero.
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