En declaraciones a la prensa en el contexto de una sesión del Consejo Europeo, el mandatario francés precisó que el soberano y la reina consorte Camila serán recibidos en suelo galo “cuando la calma regrese”.
Propusimos realizarla para comienzos del verano, en función de nuestras agendas respectivas, explicó en medio de un escenario tenso en su país, donde la oposición y los sindicatos rechazan la recién adoptada reforma de la jubilación con multitudinarias protestas y huelgas.
Más temprano, la Presidencia gala (Palacio del Elíseo) anunció la decisión en un comunicado, en el que mencionó la nueva jornada de protestas convocada por los gremios para el martes.
La agenda de Charles III en París contaba con una ceremonia de homenaje en el Arco del Triunfo, una cena-velada en el Palacio de Versalles y un discurso en el Senado, entre otras actividades, mientras en la sureña ciudad de Burdeos estaba programada la visita a un viñedo ecológico y a sitios dañados por incendios forestales.
Macron también abordó en Bruselas la crisis interna surgida a propósito de la reforma, sobre la cual descartó reunirse con los sindicatos.
Estaré disponible para la Intersindical, movimiento de los principales gremios opuestos a la iniciativa, una vez que el Consejo Constitucional se pronuncie, dijo aclarando que sería para abordar otros temas relacionados con el empleo.
En Francia los detractores de la reforma de la jubilación y su extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años acusan al mandatario de ignorar el malestar popular por el proyecto adoptado el lunes sin el voto de la Asamblea Nacional, ya que el Gobierno activó el polémico artículo 49.3 de la Constitución.
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