Millones de personas necesitan alimentos, agua potable y servicios esenciales, expresó el también titular de la Agencia de Desarrollo Económico del Pacífico de Canadá, quien dijo que el cambio climático y las catástrofes naturales tienen graves efectos “en las vidas y los medios de subsistencia».
Freddy, catalogada como una de las tormentas más longevas jamás registradas en el hemisferio sur y, quizás, en el mundo, según expertos, dejó a su paso unos 600 muertos, así como una estela de destrucción causada por los fuertes vientos, lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra.
El fenómeno hidrometeorológico exacerbó, además, los ya mortíferos brotes de cólera en esas naciones africanas, donde unos dos millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
Nombrado por la Oficina Australiana de Meteorología el 4 de febrero, el temporal se disipó totalmente el 14 de marzo.
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