Por Waldo Mendiluza
Corresponsal en Francia
Mi primer acercamiento puedo fijarlo por allá por el año 1995, cuando me desempeñaba como uno de los responsables del Sindicato Interdepartamental de Saneamiento de la Aglomeración Parisina (Siaap, por sus siglas en francés), en el contexto de la iniciativa del “barco solidario para Cuba”, comentó en entrevista con Prensa Latina. El actual vicepresidente de la asociación Cuba Coopération France (CubaCoop) confesó que durante aquel episodio, en el que el Siaap aportó un equipo de bombeo, estaba lejos de imaginar su relación de amor con la isla rebelde.
En el 2000 volví a tener contacto con ese hermoso país, al integrar una misión de especialistas en el terreno para examinar la situación del saneamiento; fui sin mucha convicción, tal vez más que todo atraído por la naturaleza y las historias bonitas, pero allí quedé conquistado para siempre, abundó este hombre de hablar pausado.
Con su retiro tres años después comenzó una nueva etapa, que entre risas, y a la vez muy en serio, define como su segunda carrera, la de ayudar a un pueblo golpeado de muchas maneras, la peor de todas un bloqueo que viene del Norte (Estados Unidos) y dura ya más de 60 años.
Tuve la impresión de que debía hacer algo, aunque no fuese relevante, porque encontré un escenario difícil, de falta de recursos y de inversiones, y también unos deseos enormes de resistir y salir adelante, así que acepté con placer la invitación de unirme a CubaCoop, recordó.
LA NUEVA ETAPA
Abordar lo que vino después es más complejo; Huart guarda en la memoria cada detalle con una precisión sorprendente, pero su humildad le impide cualquier comentario que sugiera protagonismo.
Durante la hora de conversación el tiempo pasó volando, sin brindar en un solo instante la sensación de aspirar a reconocimiento, más allá del que emane de la buena decisión de emprender un viaje junto a los cubanos por un camino bien empedrado.
De acuerdo con el ingeniero, en la nación antillana halló muchos desafíos, en un sector de tanta importancia como el del agua y el saneamiento, con la permanente respuesta de la falta de recursos ante cada aspecto indagado.
Por eso, la búsqueda de financiamiento devino tarea prioritaria en el objetivo de CubaCoop de ayudar a la isla, y su antiguo hogar laboral, el Siaap, ha sido un buen socio desde el principio.
Podemos hablar de un proceso, de una evolución, porque de los alrededor de siete mil euros aportados por el Sindicato Interdepartamental a principios de los 2000 pasamos a 285 mil en 2022, destacó.
Huart explicó cómo los duros tiempos que corren no son ajenos al Siaap, entidad que mantenía la cooperación con una treintena de países, la cual se redujo.
No sé en realidad qué va a suceder, solo puedo decirte que desde CubaCoop continuaremos trabajando sin descanso para conseguir los recursos, dijo con énfasis el experto, quien resaltó los proyectos impulsados en la isla, en las provincias de La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Artemisa, entre otras, y las consolidadas relaciones con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de la mayor de las Antillas.
PASOS DADOS
El agua y el saneamiento es uno de los ámbitos principales del trabajo de colaboración descentralizada que CubaCoop impulsa desde 1995.
Según el ingeniero, un lugar especial en ese camino tiene que ver con el respaldo al país caribeño en el desarrollo de un sistema de laboratorios moderno para el análisis del agua, una cuestión de gran relevancia para la salud de las personas.
Valoro mucho el intercambio profesional entre técnicos cubanos y franceses en todo este tiempo, con la preparación aquí de especialistas de la isla y la visita allá de colegas del Siaap, señaló.
A juicio de Huart, la Empresa Nacional de Análisis y Servicios Técnicos Generales (Enast) es hoy una entidad líder en el análisis del agua, bien insertada en el sistema internacional y con reconocimiento en el orbe.
Otro sector no menos importante es el de la seguridad de los trabajadores, en la que apoyan con equipamiento y medios de protección, añadió.
Nuevamente el bloqueo estadounidense salió a colación, por el obstáculo que representa para adquirir elementos clave destinados a la labor en espacios cerrados, como los detectores de gas, sin olvidar la necesidad en esta profesión de cascos, botas y guantes.
La eliminación de contaminantes sólidos más grandes en las aguas residuales, la automatización de los procesos, la introducción de nuevas tecnologías y la sustitución de fosas sépticas por redes de saneamiento también destacan entre las operaciones de la asociación con actores nacionales y locales del país caribeño.
El Siaap, la Agencia Francesa de Desarrollo y empresas galas acompañan la labor de CubaCoop, en un ejemplo notable de colaboración, con la que el vicepresidente Huart ratificó el compromiso de la organización.
Respalda igualmente a Cuba en las áreas de la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria, las energías renovables, la salud, el deporte y la cultura, entre otras.
No ha faltado la mano amiga y solidaria de la asociación en momentos difíciles de embates de la naturaleza, en particular los huracanes, o de desastres como el incendio que azotó el año pasado la Base de Supertanqueros de la occidental provincia de Matanzas.
Son numerosos los proyectos ejecutados o en curso, desde el saneamiento del río Luyanó y la limpieza del túnel sifón que atraviesa la bahía de La Habana hasta la rehabilitación de la cuenca Ariguanabo y los proyectos en Cienfuegos.
Sin embargo, Huart prefiere asumir el reto de lo mucho que resta por hacer, al fin y al cabo, este ingeniero francés disfruta su segunda carrera, y las horas del día no le alcanzan en su entrega.
arb/wmr