Mateo, integró el elenco cubano que terminó en el cuarto lugar en el último Clásico Mundial de Béisbol, mientras Quesada formó parte de la preselección a ese evento y permaneció en Cuba como posible remplazo ante cualquier contingencia.
“Me gusta jugar en Cuba porque fue donde nací y donde me formé como pelotero y continuaré trabajando para que lleguen nuevas metas en mi carrera de jugador de cuadro, tanto de mi provincia como en la selección nacional”, declaró Mateo a Prensa Latina.
Dijo que le placería igualmente jugar en otras ligas foráneas, siempre que sea a través de la Federación Cubana de Béisbol, lo cual repercutiría en su futuro como atleta y en el bienestar de su familia.
Pavel Quesada, quien defiende la tercera almohadilla, ha jugado en las ligas de béisbol de República Dominicana y Venezuela:
“Siempre regreso a jugar en mi país porque estoy comprometido con la afición que me ha seguido tradicionalmente en los estadios de Cuba, fundamentalmente, en Cienfuegos, y gracias a los entrenadores de mi provincia soy quien soy como jugador y persona”, señaló.
“Daré el pecho por mi gente y por los preparadores que me hicieron pelotero, quienes van a los juegos a corregirme los defectos y verme jugar”, manifestó el atleta que participa desde el 2005 en Series Nacionales y ha integrado el equipo Cuba en varias ocasiones como al Premier 12, Corea del Sur, en 2019.
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