La producción, que cuenta con el apoyo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, registra el viaje de la investigadora cubana Beatriz Marcheco y el fotógrafo español Héctor Garrido por las zonas más intrincadas del oriente cubano para constatar los vestigios de la población taína.
El material, grabado en la Sierra Maestra y el macizo Nipe-Sagua-Baracoa, expone las tradiciones culturales y espirituales de familias asentadas en la región, así como los hallazgos científicos que validan la presencia de núcleos descendientes.
Con estreno previsto en 2022, la miniserie abarca tres capítulos: El cacique de la montaña, Bella Pluma y Catalina la Grande, y muestra la herencia aborigen desde la visión de la Cuba rural contemporánea. Si bien en el audiovisual cubano existen escasas huellas de nuestros ancestros, esta nueva creación marcará un antes y un después en torno al reflejo audiovisual de los taínos, refiere el portal del cine nacional.
Recientemente Daranas acometió la restauración de la obra documental del pintor y cineasta experimental Nicolás Guillén Landrián, junto con un pequeño equipo de apasionados especialistas.
Entre sus largometrajes más reconocidos figuran ¿La vida en rosa? (2004), Los dioses rotos (2008), Conducta (2014) y Sergio & Serguéi (2018), éstas dos últimas mostradas en festivales internacionales de Europa y Latinoamérica.
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